Estrategias para transformar la educación para fomentar el propósito

Por:
Jennifer D. Klein
"El aumento de la resistencia proviene de la constante dedicación a algo más grande que nosotros mismos". --William Damon

Ha habido mucha conversación sobre el propósito en la última década, debido en parte a la publicación de "El camino hacia el propósito" de William Damon en 2009. Los buenos educadores probablemente no se sorprendan al saber lo importante que puede ser el propósito en el salón de clases; para la mayoría de los estudiantes, la falta de propósito detrás de lo que están aprendiendo rápidamente mata la motivación. Aprender en el vacío conduce a aprender por el bien del grado o alguna otra recompensa externa, mientras que las experiencias basadas en el propósito conducen a un compromiso intrínseco y auténtico.

Pero las orientaciones de propósito en la educación incluyen mucho más que asegurarse de que los estudiantes sepan por qué están aprendiendo lo que están aprendiendo, y por qué el conocimiento o las habilidades que van a adquirir importan. También significa crear un aula y una cultura escolar que ayude a los estudiantes a encontrar su propio propósito, ese lugar donde sus talentos, curiosidades y pasiones se unen para formar un curso de estudio, una carrera, una vida de investigación y crecimiento.

Ikigai definido (Inglés)
Ikigai definido (español)

En japonés, este concepto es capturado perfectamente por el concepto de "Ikigai", traducido como "una razón de ser". Como puedes ver en las imágenes, el ikigai de una persona es la intersección de lo que ama, lo que el mundo necesita, en lo que es bueno y por lo que puede ser pagado. La educación tradicional tiende a conducir a lo que mi padre llama "las esposas de oro", una carrera centrada casi exclusivamente en lo que se gana la vida, en gran medida carente de importancia o alegría. Pero las formas de educación más transformadoras y basadas en la investigación pueden ayudar a los estudiantes a encontrar un propósito y un significado, una vida y una carrera que los satisfaga y les dé satisfacción, y un camino que les proporcione oportunidades para contribuir a sus comunidades.  

En mi opinión, esta búsqueda de un sentido más amplio del propósito es lo que nos impulsa en casi todos los aspectos como humanos. Simon Sinek descubrió, en su exploración de las corporaciones, que los empleados que conectan con el propósito o "por qué" de sus empleados tienen una dedicación mucho más profunda al trabajo que simplemente ganarse la vida. Del mismo modo, los educadores estarán de acuerdo en que los estudiantes que se conectan con el propósito o "por qué" de su aprendizaje trabajarán más y mejor, por motivaciones más intrínsecas que las calificaciones o la aprobación de los padres. William Damon descubrió que el propósito fomenta la resiliencia, ayudando a los jóvenes y a los adultos a mantenerse fieles a algo más grande que ellos mismos, y les ayuda a construir sus vidas en consecuencia. Y el autor Yong Zhao sugiere que, en nuestra época, los jóvenes que crean su propio nicho tienen más éxito que los que tratan de encajar en un nicho existente. Todo esto sugiere que la educación tiene que ayudar a los jóvenes a encontrar su propósito más profundo, incluso si ese propósito cambia 100 veces en su vida, como nos ocurre a muchos de nosotros, de modo que sepan en qué están trabajando y estén equipados con las competencias para alcanzar sus objetivos.

Hay algunas cosas que los profesores y los padres pueden hacer para ayudar a los estudiantes a encontrar ese sentido más profundo de propósito, como hago en los procesos de orientación de propósito con los estudiantes.

1. Crear una cultura de clase donde todo se sienta posible y no se ignoren las ideas. He escuchado demasiadas historias de grandes pensadores, inventores y hacedores de cambios a los que se les dijo en su juventud que sus ideas eran "imposibles", un error fácil de evitar para los adultos.

2. Crear proyectos que permitan a los estudiantes usar sus talentos de manera auténtica (mientras que también construyen sus otras habilidades).

3. Dar a los estudiantes los más altos niveles de elección posible - en cómo enfocan sus soluciones, en cómo manejan su proceso, en cómo articulan su aprendizaje, y más.

4. Pregunte más de lo que ofrece respuestas, de modo que esté cosechando las ideas de los estudiantes, no fomentando la adhesión a las suyas.

5. Utilice un lenguaje de invitación(qué pasaría si, cómo podríamos...) para invitar a múltiples caminos y a la inclusión creativa - y para que usted sea un aprendiz junto a sus estudiantes, demostrando pasión y propósito en su trabajo diario.

6. Traiga a expertos en todo lo que hace, a todas las edades, para que los estudiantes tengan la oportunidad de conocer a personas que trabajan desde sus pasiones en los temas que están estudiando, y puedan imaginar las innumerables maneras en que podrían hacer lo mismo.

7. Asegurarse de que la escuela actúa sobre las ideas de los estudiantes para el cambio, ofreciéndoles más que oportunidades simbólicas para liderar el cambio dentro de sus propias comunidades.

8. Ayudar a los estudiantes a aprender a articular sus ideas y pasiones de múltiples formas a públicos variados más allá de la escuela, de modo que sus ideas tengan el potencial de crear un cambio a nivel local, nacional e incluso mundial.

La buena noticia es que las nuevas generaciones están insistiendo, mucho más que las anteriores, en que sus vidas deben incluir la felicidad y el bienestar que se derivan de una vida con propósito. La mejor noticia es que nuestras aulas están llenas de jóvenes que son capaces de realizar tremendas innovaciones, si la cultura de su escuela lo apoya, tal y como comentamos en [Re]Learn 2020. Y la mejor noticia es que los educadores de todo el mundo están transformando sus prácticas, están convirtiendo a sus alumnos en protagonistas de su aprendizaje y están reconectando con su propio ikigai en el camino.

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